Han recurrido al Seprona, Medio Ambiente y el Ayuntamiento por una instalación que genera malos olores y residuos, según han denunciado
Vecinos del residencial Oliveros Playa de Aguadulce, llevan todo este mes de agosto movilizándose contra la chimenea de una planta de biomasa que al parecer ha instalado el hotel Playadulce para el sistema de calefacción y agua caliente del edificio.
La chimenea, de unos 20 metros de altura, se encuentra a poco más de 20 metros de distancia de la fachada del residencial, insuficiente en su opinión teniendo en cuenta que cuando está funcionando emite humos las 24 horas del día, que además de generar problemas de malos olores obligando a los vecinos a cerrar las ventanas, también emite partículas en suspensión.
El cuarto de calderas se ha venido construyendo en los últimos meses, mientras que la chimenea se instaló en apenas un día el pasado 7 de agosto. Desde entonces, los residentes en esta parte de Aguadulce han emprendido una serie de acciones para solucionar un problema que no solo les impide disfrutar de sus terrazas, sino que en algunos casos ha generado o ha agravado problemas de salud de algunos de ellos por los humos.
Así, según relataban ayer a IDEAL, se han presentado escritos en el Ayuntamiento solicitando información sobre esta instalación, así como reclamando la adopción de medidas. «El Ayuntamiento debería haber actuado de oficio, una licencia no se da así como así, hay que presentar un proyecto, y hay que dar la opción a los vecinos a presentar alegaciones, y no se ha hecho nada de eso», criticaban ayer.
Además, también se ha pedido la intervención de la Consejería de Medio Ambiente, que al parecer desconocía la existencia de la chimenea, y del Seprona de la Guardia Civil, que emitió un informe hace unos días tras visitar el lugar.
No se sabe muy bien qué administración ha tomado cartas en el asunto, puesto que hasta el momento nadie ha informado a la comunidad de vecinos de forma oficial sobre lo que está ocurriendo, pero lo cierto es que la caldera dejó de funcionar el pasado 23 de agosto.
Sin embargo, la falta de información mantiene a los vecinos en vilo, «te acuestas por la noche pensando en si nos levantaremos otra vez con ese humo», unas emisiones que definen como «nauseabundas» no solo en las viviendas cuya fachada dan hacia la chimenea, sino en el resto de los 190 apartamentos con que cuenta el edificio.
«Oficiosamente» la comunidad de vecinos ha recibido informaciones que apuntan a la apertura de un expediente sancionador por parte del Ayuntamiento de Roquetas, ya que al parecer el hotel habría solicitado una licencia de obra menor para proceder a esta instalación. Sin embargo, no tienen constancia oficial de ello y este diario tampoco ha podido confirmarlo con el Consistorio, que por el momento guarda silencio.
Quien sí se ha pronunciado ha sido Izquierda Unida, cuyos concejales han visitado la zona esta semana y han hablado con los vecinos. Su portavoz, Ricardo Fernández, aseguraba ayer a IDEAL que se ha solicitado por escrito acceder al expediente para conocer lo ocurrido con respecto a la chimenea y la caldera de biomasa y calificaba de «preocupante» una instalación de este tipo tan cerca de una zona residencial.
Tanto los vecinos como Izquierda Unida también han alertado sobre la posibilidad de que la instalación industrial se haya levantado en una parcela calificada en el PGOU como de uso público, algo que en caso de confirmarse sería «muy grave» a juicio del portavoz de la coalición en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar.
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